“No voy a mentir; para todos los que dijeron que esto sería fácil, algunas cosas lo han sido, pero no poder defender algunos títulos que significan mucho para mí no no la sido” dijo Jon Rahm a ESPN, camino a defender su título en el Masters de Augusta el próximo mes.

“Amo Palm Springs (sede del American Express) —he podido ganar dos veces ahí. Riviera (casa del Genesis Invitational) es un campo tan carismático como puede ser. Es definitivamente una semana fantástica para muchos de nosotros, y favorita como aficionado y como jugador. No estar ahí fue difícil”, lamentó el jugador nacido en Barrika, en el País Vasco.

Como campeón defensor, Rahm es uno de los 13 jugadores de LIV Golf que estará en el ‘field’ de Augusta National del 11 al 14 de abril, en el que será su reencuentro con viejos rivales del PGA Tour y el DP World Tour.

Allí podría convertirse en el cuarto hombre que defienda la chaqueta verde, sumándose a Jack Nicklaus (1966), Nick Faldo (1990) y Tiger Woods (2002).

“Aún vi las transmisiones. Todavía veo golf porque amo verlo, pero es duro. Es duro no estar en el Phoenix Open a finales de febrero, y fue duro no ir a Hawái (al Torneo de Campeones Sentry), porque ese es otro torneo que mi familia disfruta, y lo he hecho fantástico allí”, confesó el número tres del mundo.

Cuando ‘Rahmbo’ decidió emprender el nuevo rumbo, sabía las sanciones que vendrían, y no ha estado exento a las sanciones del PGA Tour, aunque siempre ha mantenido la esperanza de que la ‘guerra fría del golf’ llegue a su fin más pronto que tarde.

“Hasta ahora no he tenido malas experiencias”, aclaró Rahm. “He visto a otros profesionales del PGA Tour y no he visto nada negativo. Asumo que habrá alguno que no esté feliz y puede que nuestras dinámicas cambien, pero de mi parte, nada cambia. Todavía respeto a todo el mundo en ambos lados y respeto el juego del golf por sobre todas las cosas”.

Más temprano esta semana, el Masters hizo el anuncio oficial de la cena de campeones, en honor a Rahm, con un toque 100% ibérico.