Las imágenes de Tiger Woods abandonando el campo del Riviera Country Club en un carrito, y las instalaciones en ambulancia, encendieron las alarmas en el mundo del golf este viernes, mientras las temidas letras WD (abreviatura de ‘withdraw’ o retiro en inglés) aparecían junto a su nombre en el ‘leaderboard’ oficial del Genesis Invitational.

Desde el PGA Tour simplemente se reportó “enfermedad”, los detalles eran escasos y las especulaciones empezaron a llenar los vacíos en las redes sociales y algunos medios de comunicación, la más fuerte hipótesis era un dolor en la espalda, pues el propio jugador había revelado sufrir de espasmos en esa zona durante los hoyos finales de la ronda previa; sin embargo, también se conoció que el jugador hizo paradas para ir al baño en casi todos los seis hoyos que jugó, y lucía mareado, lo que no tendría relación con los citados espasmos, causando mayor confusión entre los aficionados presentes en Pacific Palisades, California.

Al final de la ronda, Rob McNamara, vicepresidente ejecutivo de TGR Ventures y amigo de Tiger Woods, dio luces sobre el estado del jugador en un comunicado reproducido por el PGA Tour.

“Él había tenido un poco de fiebre y estaba mejor durante el calentamiento, pero entonces salió y cuando estaba caminando y jugando, empezó a sentirse mareado. Finalmente los doctores le dijeron que tenía potencialmente algún tipo de gripa y estaba deshidratado. Lo trataron con terapia intravenosa y está sintiéndose mucho mejor, será dado de alta muy pronto”.

 McNamara fue enfático en aclarar que los problemas de Tiger no estaban relacionados con su espalda o con el tobillo que fue reparado quirúrgicamente: “Todo fue enfermedad, deshidratación, los síntomas están desvaneciéndose con el tratamiento”.

La crónica del circuito reseña que jugadores como Rickie Fowler, Jason Day y Tony Finau salieron de los vestidores y se acercaron a la nube de reporteros para preguntar por su compañero, pero estos les respondían con más preguntas.

“Aproximadamente a las 3:30 p.m., el hombre de seguridad de Woods condujo su auto de cortesía, un SUV Genesis rojo, hasta la puerta del vestuario. Finalmente, a las 3:43, más de dos horas después de retirarse, Woods salió por la puerta del vestuario con su ‘caddie’, Lance Bennett, quien cargó sus palos de golf en la parte trasera. McNamara fue el siguiente y luego, con la camioneta protegiéndolo de los fotógrafos, Woods salió y se sentó en el asiento del pasajero delantero antes de irse”.

A pesar de la mejoría confirmada por McNamara, los organizadores del torneo afirman que aún es incierto para saber si el anfitrión del torneo estará este domingo presentando al nuevo campeón como ha sido tradicional desde hace años.

La segunda ronda terminó con el liderato de Patrick Cantlay, con tarjetas de 64-65, para 13 golpes bajo par, escoltad por Luke List y el australiano Jason Day, en la línea de -8.

La bolsa de premios que se repartirá es de 20 millones de dólares.