David D. Halbert, recientemente incluido en la lista Forbes 400, decidió hacer algo más ostentoso que Ferraris o cuadros valiosos: convencer al famoso diseñador de campos de golf Tom Fazio de construirle un campo de golf privado de 18 hoyos sin límites de presupuesto, en Texas. El campo, bautizado Halbert National, está ubicado en unas 170 acres frente al lago Granbury, a unos 60 km al suroeste del aeropuerto de Dallas–Fort Worth. Desde los tees más lejanos, la distancia total es de 7.500 yardas para un par 72. Halbert invirtió aproximadamente 50 millones de dólares en su construcción, y posee el 100 % de la propiedad. No existe membresía para el público: solo familiares y amigos podrán jugar allí, destaca la crónica de Forbes. Halbert, de 69 años, no se conformó con dejar que Fazio decidiera todo. “Tenía muchas ideas sobre lo que quería hacer”, comentó él mismo. Fazio, de 80 años, recuerda que a lo largo de dos años visitó el terreno en numerosas ocasiones para supervisar el proyecto. Un detalle curioso: el ‘driving range’ puede utilizarse en ambas direcciones, pues hay una caja ‘tee’ en cada lado. Algunas decisiones de diseño sorprendieron incluso a Fazio. Por ejemplo, en el hoyo 11, Halbert pidió que se construyera una colina de 30 pies en el fairway, cuando el plano original solo proyectaba una elevación de 7 pies. También insistió en que un arroyo enterrado en el primer hoyo se sacara a la superficie, rodeado de escalones de piedra caliza. El coste total podría elevarse aún más. Halbert planea construir un ‘lodge’, varias cabañas y adquirir terrenos adyacentes; la cifra proyectada ascendería a unos 70 millones de dólares. “Quiero que sea más bonito que Augusta”, declaró. En cuanto al mantenimiento, estima que costará lo mismo que mantener una tripulación de vuelo, alrededor de 3 millones de dólares anuales (equivalente al costo operativo de un Gulfstream G550). También te puede interesar:
Este ha sido el año en que Halbert ingresó al exclusivo listado de ricos de Forbes. En marzo, su empresa de biotecnología, Caris Life Sciences, salió a bolsa y alcanzó una capitalización de mercado de 10.300 millones de dólares. Halbert posee el 44 % de la compañía, lo que le atribuye un patrimonio cercano a los 4.900 millones. Halbert nació en Texas, hijo de un cirujano, y conoció a su esposa Kathy en la Abilene Christian University. Decidieron donar juntos 30 millones de dólares a esa institución universitaria. Él aprendió a jugar al golf de forma autodidacta y mantiene un hándicap de 12,5, agrega el medio especializado en economía. Según el relato de la propia Kathy, al principio solo quería tener un espacio discreto donde, si no había nadie detrás, pudiera “golpear como una tonta” sin presión. Esa inocente aspiración se convirtió en un campo de campeonato. Finalmente, Halbert espera que con el paso del tiempo el campo pueda recibir también a amigos de Dallas National y grandes nombres del golf como Scottie Scheffler, Jordan Spieth o Bryson DeChambeau, una vez que el pasto haya crecido por completo. |