Bogotá, diciembre de 2024 Señor presidente Country Club de Bogotá y señores miembros de la junta Directiva y Señor Camilo Sánchez, gracias por invitarme. Queridos niños y niñas participantes, padres de futuros campeones y representantes de la Federación Colombiana de Golf. He sido invitado a este gran evento con el fin de contarles algunas historias de nuestro maravilloso deporte, quien era BAMBUCO SAMPER y porque jugamos golf y mas aun en este maravilloso Club llamado Country Club de Bogotá. Bienvenidos a la versión 40 del CAMPEONATO NACIONAL INFANTIL, COPA ENRIQUE BAMBUCO SAMPER. Ustedes se preguntarán porque esta Copa tiene ese nombre tan extraño. Deseo contarles algo de la historia de este señor apodado Bambuco Samper, quien fuera mi padre. Se cumplirán 103 años, el año entrante, cuando un joven, como ustedes, se iniciaba en el golf, un deporte bastante extraño, traído desde Inglaterra por mi abuelo, Joaquín Samper. Mientras de París lo traía el señor Carlos A de Vengoechea, dos grandes amigos. Mi abuelo, quien estaba comprando un sombrero en un almacén en Londres, se encontró con un señor quien hacía unos movimientos muy extraños con un paraguas. A esos movimientos el señor le dijo se llamaba ‘swing’ de golf. ¿Pero qué era eso? Para conocer qué eran esos movimientos raros, invitó a mi abuelo a un campo de golf en las afueras de Londres, o sea, a un potrero. En esa época no existían las cortadoras de ‘fairways’ o ‘greens’, solamente vacas, chivos y ovejas que se comían el pasto para mantener el campo en maravillosas condiciones. Los tacos, llamados mazos y las bolas tampoco eran conocidas como las conocemos hoy en día, solamente había una fábrica que las hacia con un producto, similar al caucho, que se llamaba Gutapercha. A ese producto le pegaban plumas para que de esa forma las bolas pudieran volar unos pocos metros. Una muy buena salida debería avanzar unas 50 o 100 yardas. Imagínense una bola llena de plumas qué tanto puede avanzar. Los ‘greens’ tampoco eran como los conocemos hoy, eran casi igual a los ‘fairways’ y en alguna parte un hoyo con una bandera. Recuerden que les estoy contando la historia de cómo era el golf hace 100 años o más. Antes de 1916 aproximadamente, mi abuelo, Joaquín Samper, resolvió volver a Bogotá cargado de unas bolas de plumas y unos mazos, tacos hechos de madera y hierro y con nombres muy extraños ya que no era como hoy, existían el ‘Brasie’, que era equivalente a la madera 2, ‘Spoon’, que era equivalente a la madera 3 o 5. ‘Baffie’, equivalente a la madera 4. ‘Cleek’ era el equivalente al hierro 1, un palo casi imposible de golpear. Todos estos nombres extraños fueron cambiando a través de los años y por eso hoy tenemos nuestras talegas con hierros y maderas y algunos con híbridos, una mezcla entre hierros y maderas. Y ni que hablar del ‘putter’. Era un instrumento raro y nada comparable con lo que tenemos en nuestras talegas hoy en día. Incluso servía para que pudiera pasar por encima de la bola que estaba delante de la suya, pues tenía una pequeña inclinación. En esa época las bolas no se marcaban para dar paso al que le tocaba el turno. Aquí vale la pena hacerles un comentario: por qué se juegan 18 hoyos de golf y no más y no menos. Dice la historia que una botella de whisky tiene 18 tragos y como ellos al finalizar cada hoyo se tomaban uno, cuando se acababa la botella por consiguiente se acababa el juego. Y así quedó establecido. Son 18 hoyos únicamente. ¿Ahora bien, porque estamos en el Country Club de Bogotá? Resulta que es aquí donde nació toda esta historia en 1917. En ese año después de varios ires y venires nació el Country Club de Bogotá, luego de que 25 amigos, entre ellos mi abuelo Joaquín Samper Brush, se unieran y fundaran este maravilloso club. El Acta de fundación del Country Club de Bogotá tiene fecha de 28 de septiembre de 1917 a las cuatro de la tarde en donde esos 25 amigos se unieron para llevar a cabo su fundación, En el Acta de fundación se establece que el Club no podría tener más de 25 socios y para llenar una vacante se requiera que el nuevo socio fuese aceptado unánimemente por la Junta General de socios. Como podrán ver hoy el Country Club de Bogotá tiene algo más de 25 socios. Inicialmente el Country Club nació en un lote de 20 fanegadas ubicado en la calle 53 con carrera 17. Este lote de la calle 53, perteneciente al Banco de Colombia, era administrado por un señor de nombre Victoriano Chiriví, quien con sus vacas y ovejas era el encargado de mantener en buen estado este nuevo campo de golf. Chiriví lo tenía en arriendo por la suma de treinta y siete pesos. Las talegas y la máquina de arreglar los ‘greens’ eran guardadas en un pequeño cuarto. Hoy el Country Club de Bogotá tiene 36 hoyos, la cancha Fundadores en honor a los Fundadores del Club y la cancha Pacos Y Fabios, en honor a un grupo de amigos que jugaban siembre juntos a quienes bautizaron Pacos y Fabios y el Club quiso honrar su memoria. También es importante que ustedes sepan de donde viene la palabra golf. Originalmente quería decir ‘Gentleman only, ladies forbidden’ (solo caballeros, mujeres no permitidas). La palabra golf proviene del escocés ‘gowf’ que quiere decir golpear o pegar con un palo. Otros creen que la palabra golf proviene del holandés kolf que también se refería a juego con un palo. Hacia 1922 regresó de un colegio en Inglaterra con 13 años un jovencito flacuchento llamado Enrique Samper Herrera, apodado varios años después ‘Bambuco’, dueño de un lindo y armonioso ‘swing’. Para la época de su muerte había conquistado más de 350 trofeos catalogándolo, algunos de sus contendores, como uno de los mejores golfistas del país. En ese mismo año 1922 se ganó el CAMPEONATO NACIONAL DE MENORES, aquí en el Country Club de Bogotá, cuando tenía 13 años de edad. Ese trofeo lo tengo en mi casa en un sitio muy especial. Hoy ese trofeo tiene 102 años de haberlo ganado. Por todas estas historias es que la FEDERACION COLOMBIANA DE GOLF quiso honrar su memoria bautizando este torneo como CAMPEONATO NACIONAL INFANTIL ‘COPA ENRIQUE BAMBUCO SAMPER’, torneo el que ustedes están a punto de iniciar y del que estoy seguro será un gran recuerdo en sus vidas como golfistas aficionados. Buscando alguna información, encontré estas reflexiones y que aprovecho para compartir con todos ustedes cuando están a punto de iniciar este lindo torneo.
Con estas sencillas normas y reflexiones, ustedes que hoy empiezan este maravilloso y lindo torneo, no solo serán mejores personas sino unos grandes golfistas. Disfruten el juego y ojalá ganen todos. |