El PGA Championship ha quedado atrás para Scottie Scheffler, con un nuevo Top-10 para sus registros, pero el proceso legal tras el incidente vial que lo llevó a estar detenido en la antesala de la segunda ronda continúa su curso.

Seis días después del infortunado encuentro del golfista con la policía cuando se dirigía al Valhalla Golf Club de Louisville (Kentucky, Estados Unidos), la jefe de Policía, Jacquelyn Gwinn-Villaroel y el alcalde de la ciudad, Craig Greenberg, brindaron una breve conferencia de prensa en la que revelaron nuevos detalles, aunque no respondieron preguntas, relata Sports Illustrated.

Se conoció que el oficial Bryan Gillis —quien efectuó la detención— no tenía encendida la cámara corporal de video durante el arresto, a pesar de lo cual los cargos contra el golfista (“asalto a un oficial de policía, conducta criminal en tercer grado, conducción temeraria y evasión de las señales de los oficiales que dirigen el tráfico”) siguen en pie.

“Gillis debió haber encendido su cámara corporal. Esa es una falla contra los procedimientos”, dijo Gwinn-Villaroel, quien agregó que el oficial recibió una “acción correctiva”.

Sin embargo, en la mañana de este jueves empezaron a circular los videos de cámaras de seguridad locales y las instaladas en los vehículos de la Policía, y los comentarios en redes sociales no tardaron, coincidiendo en su mayoría en que la reacción del oficial parece desproporcionada respecto al riesgo que parecía representar el deportista.