Viendo el campo del Royal Liverpool Golf Club durante el 151º The Open sería difícil imaginar que el último ‘major’ de la temporada estuvo precedido por seis semanas de sequía en el norte de Inglaterra: los ‘fairways’ impecablemente verdes y la ausencia de señales de resequedad han complacido a jugadores y espectadores, ocultando todas las dificultades.

Por supuesto, tras este gran éxito hay un gran trabajo del personal del club. James Bledge, gerente del Links, compartió con Golf Monthly la rutina que adoptaron los responsables del campo para tener el campo a punto para recibir a los mejores jugadores del planeta.

"Comenzamos muy temprano: tenemos despertadores que suenan a las 3:00 de la mañana. El equipo se reune para una sesión informativa matutina, habla sobre los trabajos del día en detalle y luego sale al campo mucho antes del amanecer. Por hoy, tenemos nuestra rutina clavada y hemos hecho exactamente lo mismo desde el domingo, lunes, martes y miércoles, así que para cuando llegó el jueves del Campeonato estábamos absolutamente volando".

"El día de práctica lo fue para nosotros tanto como para los jugadores. Tenemos gente que viene de todo el país para ayudarnos esta semana, así que fue vital para nosotros usar días de práctica para unirnos como grupo, y definitivamente lo hemos conseguido”.

"El clima es probablemente uno de los desafíos más singulares de organizar un Abierto. Estamos obsesionados con el clima y tenemos reuniones diarias con la Oficina Meteorológica que nos brinda actualizaciones cada hora sobre el clima que se espera".

"Previamente a este Abierto tuvimos una sequía de seis semanas que fue una gran batalla al tratar de preparar el campo. Luego, la madre naturaleza siempre te devuelve el golpe, por lo que hemos tenido un poco de lluvia decente en las últimas dos semanas, lo que trae sus propios desafíos porque queremos tener un campo de golf realmente rápido y firme que es difícil de producir cuando llueve. Pero el campo ahora se ve hermoso".

"Esta semana no creo que se juegue como un campo ‘links’ típico donde es duro, rápido y marrón, pero sigue siendo firme, por lo que verás bolas rodando fuera de los ‘fairways’. Todo el eslogan del Open es ‘Forged By Nature’ (‘Forjado por la naturaleza’) y seguramente verás un campo de golf como ese esta semana".

El Open marca también el debut del hoyo 17, el par-3 más corto de un Abierto desde 1995, prácticamente sin ‘fairway’, con un camino enmarcado por altos ‘roughs’ y un ‘green’ rodeado por búnkeres y enmarcado en el mar de fondo, donde el gran reto es el viento, que pega fuerte, pero no se siente desde el ‘tee’, protegido por las graderías, según describe la transmisión de ESPN.

"El hoyo 17 ha sido una experiencia única. Creo que es un hoyo de golf notable que es asombrosamente hermoso, hay algunas de las mejores vistas desde el hoyo del campo de golf en el hoyo 17 y el green. Nuestro equipo ha hecho un gran trabajo al crecer y presentarlo de la manera que es para el Campeonato”, concluyó Bledge.