Mackenzie Hughes tuvo el peor vuelo de su vida después del 123º Abierto de Golf de los Estados Unidos, en camino al Travelers Championship. “En nuestro vuelo chárter del U. S. Open al Travelers el lunes por la mañana sentí un poco de molestia en la parte baja de la espalda derecha. Sin embargo, una vez que despegamos, el dolor era insoportable. Fui a la parte delantera del avión y me acosté en el suelo, pero nada ayudaba", relató a Golf Monthly. “El dolor era tan fuerte que me dio náuseas y comencé a vomitar. Me acosté en el suelo durante la totalidad del vuelo de 5 horas con un dolor bastante intenso y vomitando. Pero no tenía idea de qué era”. Ya en tierra, Hughes viajó en ambulancia hasta un hospital cercano y allí le tomaron una tomografía computarizada. "Resultó que tenía cálculos renales, lo que explica el intenso dolor que estaba teniendo. Tenía un cálculo de 4 mm que el médico dijo que probablemente expulsaría, por lo que solo me dio analgésicos y descansé los últimos días mientras intentaba expulsarlo. A pesar de las molestias, Hughes jugó la primera ronda del Travelers Championship, pegó 76 golpes y poco después su nombre apareció en la lista de retiros del torneo, "por enfermedad". Nadie sospechaba el dolor que estaba soportando. “Desafortunadamente, aún no lo he superado y todavía estoy lidiando con muchas molestias. Odio perder el control de uno de mis torneos favoritos del año, pero espero estar saludable y volver pronto. Gracias por el apoyo.", concluyó el jugador. Según el medio, es probable que la decisión de jugar a pesar del dolor haya tenido que ver con que el Travelers Championship es uno de los eventos designados del PGA Tour, y cada jugador puede perderse solamente uno al año. Hughes llegó al torneo en el puesto 35 de la FedEx Cup. |