Las cámaras de NBC Sports, en la transmisión del 123º U. S. Open para los Estados Unidos mostraban a Cameron Young celebrando una —aparentemente— buena salida en el ’tee’ del hoyo 10, cuando el reportero Ned Michaels interrumpió a sus compañeros: “Nadie va a creer esto”, dijo. El siguiente plano de la transmisión, enfocaba un carro de golf, sin techo, tras un árbol en el ‘rough’, en cuyo soporte para bolas de golf emergía una, blanca con una franja negra. “¿Saben de quién es este carro?”, continuó el reportero. “¡Es mío!”, agregó, mientras llamaba al juez de reglas, que llegó al instante, y al propio jugador. “¿Es esta tu bola?”, preguntó el oficial al jugador que, incrédulo, la miró varias veces antes de identificarla como propia. Paul Tesori, su ‘caddie’, pidió que alguien le tomara una fotografía. Tampoco podía creerlo. |
En estos casos, la norma indica que el lugar de la bola debe estimarse, se requiere remover la obstrucción movible (en este caso, mover el carro) y soltar la bola en el mismo punto, para jugarla desde ahí. En esta ocasión, Young logró salvar un par y mantenerse con números rojos en su recorrido. |