La ausencia por más de 500 días en una competencia oficial hizo lo suyo en el 'score' de Tiger Woods, quien tras superar el corte en el Masters por decimosegunda oportunidad al hilo terminó en +13 para campeonato en la zona baja del tablero de Augusta National Golf Club (Augusta, Georgia).

No era una semana en la que el 'Tigre' jugaba a ganar, más allá del hambre natural de un campeón, sino más bien estaba en el campo para demostrarse que sí podía volver a competir y que aún quedaba camino por delante en su carrera profesional.

Al 71 (-1) del jueves le acompañaron rondas de 74-78-78 que no le permitieron una mejor posición este domingo, en el que se apuntó un 'birdie' en el hoyo 2, cinco 'bogeys' (4, 5, 6, 11 y 14) y un doble 'bogey' en el 17 compartiendo ronda con el español Jon Rahm.

Sin duda alguna, aún queda mucho por trabajar para Woods, pero esta semana se puede considerar como un buen arranque en busca de ese 100% que lo llevó a ser un ícono del golf mundial.

"Tenía las mismas dudas que ustedes. Fue una sensación increíble. No jugué mi mejor golf, pero solamente tener el apoyo de los 'patrons' es increíble; las palabras no pueden describir lo que siento", comentó emocionado Tiger al firmar su cuarta tarjeta de la semana en Augusta.

Y añadió: "Ver dónde estaba hace un año, ver dónde estaba en ese momento y ahora jugar las cuatro rondas... Hace un mes no sabía si podía hacerlo. Fue una semana positiva, tengo que trabajar y mejorar, pero estoy listo".

Desde el viernes fue notorio el agotamiento físico del cinco veces ganador del Masters y de eso también habló. El accidente de febrero de 2021 le dejó serias marcas, especialmente en la pierna derecha de la cual se contempló su amputación.

"Es difícil. Tengo días en los cuales no quiero hacer nada y me duele todo, pero tengo un gran equipo alrededor mío. Son positivos, me motivan, me ayudan en esos días tan difíciles. También hay unos días fáciles, pero son más los complicados. Tengo que dedicar tiempo y trabajar. La parte más difícil es la recuperación, los baños de hielo me duelen mucho, pero funcionan. No podría haber llegado hasta acá sin toda la ayuda que he recibido".

Finalmente, sobre lo que viene para él en este 2022, dejó claro que su presencia en el PGA Championship (19 de mayo) no está asegurada pero que estará en el The Open Championship que se jugará en St. Andrews: "Es mi cancha preferida en el mundo, voy a estar ahí".