En un reciente artículo del portal web Golf.com, jugadores de hándicap bajos aconsejan a los de altos sobre cómo pueden mejorar sus resultados y tener un registro mucho más bajo, claro está, sin dejar de disfrutar y con ejemplos muy sencillos.

Los consejos que se presentaron en el informe no requieren de ningún cambio en el juego del golfista, de eso no se trata. La idea es no incurrir en errores que se vuelven repetitivos en los deportistas de hándicap altos, y que los de bajos ya no cometen con tanta frecuencia.

Uno de los primeros puntos que estos golfistas ‘atacan’ son el de entender los propios errores. Según explican, para un golfista con hándicap bajo le es más fácil reconocer cuál es el error que comente en cada uno de sus tiros, algo con mucha precisión; mientras que los de altos suelen analizarlo de una forma muy general, y al ser así, tendrá muchas variantes, por lo que se corregirán otras cosas, pero no lo puntual.

Para esto, ellos exponen que lo mejor para mejorar el hándicap es saber en dónde pueden caer los tiros malo, pues los buenos ya se sabe en qué lugar van a aterrizar. Al analizar previamente hacia dónde puede ir la bola, gracias a la experiencia de saber cómo le pegamos a ese tiro, las cosas podrán mejorar, y a partir de ahí tener un plan para el golpe que sigue.

Otro de los errores muy comunes para el golfista de hándicap bajo es el miedo al ‘bogey’, siempre apuntan muy alto; y es ahí donde los de más experiencia explican que los ‘bogeys’ con como el ‘birdie’ del profesional, ese que lo lleva mejorar su condición, mientras que el doble ‘bogey’ es el que le mantiene lejos de la posibilidad de tener un mejor registro.

“No se debe tener vergüenza de anotar un ‘bogey’. La manera más rápida de tener un hándicap medio o de un dígito, es eliminar los doble ‘bogeys’ de la tarjeta de juego”, explica uno de los deportistas.

Con estos dos primeros errores llegamos al tercero, que quizás podría ir de primero, pero después de analizar los dos anteriores este puede cobrar mucho más sentido, y es el de saber escoger el palo según la distancia que podamos lograr con cada uno, ya que el error que se suele cometer es creer que un golpe puede definir mi distancia sin evaluar factores como el viento, la topografía del campo, entre otros.

Es por esto, que ellos explican el caso de un compañero de juego, quien con un drive alcanzó una distancia de 494 yardas, y empezó a pegar siempre con él pensando que las alcanzaría siempre. Lo que no analizó, es que en aquella oportunidad el viento estaba a su favor y el hoyo estaba en una pendiente, lo que permitió que la bola rodara mucho más de lo normal. Entonces, lo que se debe hacer es tener muy claro qué palo debo utilizar según la distancia, pero esto solo se logra con conocimiento propio de mi juego.

El cuarto error común de los golfistas de hándicaps altos es el de pensar mucho cada uno de los tiros. Analizar desde todos ángulo cada ‘putt’, los saca de ritmo y los enfría. Claro ocasionalmente se recomienda hacerlo, pero no en cada uno de los golpes. La recomendación que ellos hacen es que jueguen una ronda de ‘speed’ golf, y ahí notarán muchos cambios, entre ellos un ‘score’ más bajo.

Llegamos al último, y acá el error pasa más por lo mental, y es el enojo después de un mal tiro. Para el autor, uno de los puntos clave es saber que enojarse en un mal tiro va provocar que el siguiente también salga mal, en su gran mayoría; mientras que si lo tomamos de manera serena, el siguiente estará mejor pensando y la recuperación vendrá rápidamente.

Para finalizar, estos cinco errores se vuelven comunes por el hecho de no identificarlos, y es ahí en donde los golfistas de hándicaps bajos sacan esa ventaja, pues ya pasaron la barrera en donde tenían un visión general de su juego y no una puntal, que le ayude a ver de manera más objetiva lo que pasa.