LIV Golf está próximo a cumplir un año desde su lanzamiento en Londres, Inglaterra. Desde entonces, el circuito ha sido protagonista de grandes noticias, desde la revolución del espectáculo alrededor de los torneos y los fichajes varios de los mejores jugadores del mundo, hasta las protestas en sus eventos y las demandas en las que se ha visto envuelto.

Para nadie es un secreto que, la fuerza con la que LIV Golf logró irrumpir en el mundo del golf profesional radica en el músculo financiero, casi ilimitado, del Fondo Público de Inversiones de Arabia Saudita, capaz de compensar —con creces— las pérdidas de patrocinios y premios en las que han incurrido muchas de sus estrellas al dejar los circuitos previamente establecidos.

Pero nadie invierte en vano, cualquier inversionista espera un retorno y los árabes, en esto, no son la excepción. Al respecto, dos ejecutivos de LIV dialogaron con Alex Miceli, periodista de Sports Illustrated y contaron que el plan de negocios que se presentó al PIF antes del lanzamiento de LIV Golf era un plan de varias décadas, por lo que no hay sorpresas internas si la inversión tarda un tiempo en prosperar.

“Esto siempre iba a tomar tiempo para madurar, tiempo para establecerse”, dijo uno de los ejecutivos desde Washington. “Eso sucede en diferentes etapas de la liga, de los equipos y de los eventos. Siempre reconocimos y supimos que les llevaría tiempo establecerse por completo y madurar comercialmente”, agregó.

La visión que perdura en LIV es la de que cada uno de los equipos en competencia logre atraer patrocinadores corporativos, de manera similar a como ocurre con los quintetos de la NBA, los equipos de hockey o de béisbol en los Estados Unidos, o en el fútbol a nivel global; e incluso, esperan que algunos clubes se conviertan en ‘la casa’ de los equipos, como ocurre con los estadios y coliseos de los deportes citados.

“Están en su infancia absoluta en el golf”, dijo el ejecutivo sobre el concepto de equipo/sede a SI. “Pero miras otros deportes y cómo dependen del éxito de los equipos, ahora LIV tiene esa plataforma que puede hacer eso”.

El concepto de los clubes y los escenarios también es clave para el circuito, y su llegada exitosa a nuevos países este año —pasó de ocho eventos en 2022 a 14 en 2023— los ha llevado a desarrollar el ‘Host Venue Bid Program’, o Programa de Licitación de Sede Anfitriona, con el que buscan desbloquear nuevos territorios estableciendo unos requisitos mínimos, un modelo similar al que utilizan el fútbol o los Juegos Olímpicos a la hora de otorgar las sedes de sus eventos orbitales.

Finalmente, los ejecutivos catalogaron el año debut de LIV como un éxito y no descartaron alguna integración con las estrellas del PGA Tour en enfrentamientos como la Presidents Cup o la Ryder Cup.

“No estamos diciendo que somos la respuesta, creemos que tenemos algunos buenos atributos”, concluyó el ejecutivo de LIV. “Todavía no somos tan vanguardistas como queremos ser. Creo que la oportunidad es prueba y error, sigue intentándolo, sigue cometiendo errores para tratar de hacer crecer el pastel”.