Con nueve títulos del PGA Tour a su haber, y tras nueve meses de baja cortesía de una rara enfermedad, Brandt Snedeker decidió hacer su regreso al circuito esta semana en el Memorial Tournament.

No será la primera salida de la temporada, pues el jugador de 42 años alcanzó a participar en el Fortinet Championship, el evento que abrió la temporada en septiembre, y donde terminó empatado en el lugar 59. Justo después, decidió atender una vieja dolencia, con la que lidió por más de seis años. Así lo explicó en la antesala del torneo:

Tuve una lesión en el esternón llamada inestabilidad de la articulación del manubrio (‘manubrium joint instability’). Así que fue una cosa realmente rara. Pero lo manejé lo mejor que pude hasta que llegué al punto en que ya no podía jugar sin dolor y me cansé de lidiar con eso. Entonces, me operaron el 1 de diciembre en Nashville con mi cirujano llamado Dr. Burton Elrod, una especie de cirugía experimental, por decir lo menos, para ver si funcionaba. Por suerte, todo salió como se suponía. Me sacó un hueso de la cadera y me cortó el esternón y creó un nuevo esternón, en cierto sentido. Es mucho más estable y espero que no me cause dolor”.

Desde la cirugía hasta el momento de volver a pegarle a una bola pasaron varios meses, en los cuales, confesó, las sensaciones en su cuerpo fueron positivas.

“Así que no comencé a golpear pelotas hasta el primero de abril. Entonces tenía unos cinco meses de rehabilitación. Nada de golf”, explicó Snedeker. "Siento que logré lo que nos propusimos lograr, que era tratar de lograr un ‘swing’ sin dolor, y hasta ahora, ha estado muy bien".

El jugador, que llegó a ser número tres del mundo en su momento, explicó en rueda de prensa que no fue casual la elección del evento de esta semana para hacer su regreso: “En algún momento, tienes que saltar al fondo y ver si funcionó o no, y esta se sintió como una buena semana para hacerlo. No quería dar el paso en un lugar fácil para hacerlo, quería descubrirlo en un lugar difícil, y pensé que esta era la mejor manera de hacerlo. Estoy muy emocionado de estar de vuelta aquí en el Tour y no podía pensar en un lugar mejor que el de Jack (Nicklaus, el anfitrión del evento)”.

Finalmente, Snedeker reconoció que había incertidumbre, pues este tipo de cirugía solo se había practicado una vez, así como también sobre su vida en el golf después de la cirugía, pero primó su calidad de vida en la decisión: “Si el golf funciona después de esto, genial; si no, al menos hice todo lo que era posible hacer".