La mayoría de jugadores ven reducidos sus ingresos por premios en e ocaso de sus carreras. No es el caso del estadounidense Pat Pérez, quien hizo el viaje a LIV Golf y sumó 8 millones de dólares a su cuenta, pese a no obtener los mejores resultados en el campo de juego.

El estadounidense de 46 años hizo parte del 4 Aces, el equipo que dominó la temporada de LIV Golf y ganó la final de Miami este domingo, recibiendo 16 millones de dólares: cuatro para Dustin Johnson, Patrick Reed, Talor Gooch y Pérez respectivamente.

Si bien, en la jornada final su tarjeta de 70 golpes fue fundamental para el triunfo de su equipo sobre el Punch, los números de la temporada no son los mejores: “terminó en el puesto 49 en ganancias individuales, con U$ 961.000 (y en el último de los 37 jugadores que hicieron al menos seis aperturas individuales)”, reseña Sports Illustrated. Sin embargo, “ganó otros $7,062,500 como parte de los 4 Aces para un total de $8’023.500”. 

Si bien la cifra parece corta, comparada con otras estrellas del circuito, sigue siendo casi el doble de lo que percibió en cualquier año del PGA Tour (con U$ 4,3 millones en 2017 como su mejor registro). De hecho, con ese monto, en el circuito tradicional, estaría sexto en el listado de ganancias, apenas por detrás del número uno del mundo en la actualidad, el norirlandés Rory McIlroy.

En perspectiva, en apenas siete torneos con LIV Golf, Pérez logró la tercera parte de las ganancias que acumuló en 25 años en el PGA Tour: U$ 28,8 millones, publica Golf Monthly.

“Es como ganarme la lotería”, describió con gran exactitud el propio jugador en junio, esquivando los señalamientos contra el origen de los fondos invertidos por Arabia Saudita para financiar el circuito, y las críticas respecto a su momento deportivo.

“Mira”, dijo Pérez. “No estaba exactamente venciendo a DJ cuando jugábamos en el PGA Tour. P. Reed? Talor Gooch? No estaba ganándoles a esos tipos muy a menudo. Yo no estaba derrotando a los chicos jóvenes por ahí. Son demasiado buenos. Por eso me mudé aquí. Era perfecto para mí”, reconoce sin sonrojarse.

También reconoce que el juego por equipos ha sido una motivación extra para seguir entrenando y pulir su nivel: “No quiero defraudar a mis compañeros”.