Han pasado un par de meses desde la terible noticia de la pérdida de la pequeña hija de Camilo Villegas, Mía. Quizás más reposado de aquel lamentable suceso, el colombiano ofreció una extensa entrevista a la revista Golfweek, en la que trató, entre otros temas, su actualidad en el PGA Tour y sus futuros planes de ser padre de nuevo. 

El diálogo con el reconocido periodista Adam Schupak inició con el tema ineludible de su hija Mía, sobre cómo empezaron a sospechar lo que ocurría en torno a su salud: "Ella siempre fue muy inquieta en el gimnasio, y me di cuenta de que venía cambiando de un tiempo para acá. No sé por qué, simplemente tuve un mal presentimiento".

Villegas contó que la llevaron al pediatra y empezó a vivir en carne propia el drama que viven miles de padres con hijos enfermos de cáncer: “Recuerdo caminar por el vestíbulo y ver a todos los padres allí. Eso para mí fue la parte realmente difícil. De repente, yo era uno de esos padres en el Nicklaus Children's Hospital".

Luego de varios exámenes, los médicos tenían un dictamen sobre lo que le ocurría a su hija: “No necesitas 10 médicos para darte las buenas noticias”. Y en efecto, el diagnóstico era todo menos alentador, pues la pequeña mía padecía tumores.

“Cada vez que miraba a mi pequeña no podía contenerme”, dijo. “Mi esposa fue muy fuerte. Ella no quería que comunicáramos ninguna energía negativa al exterior. Realmente luché. La mayoría de la gente habría pensado que el final fue la parte más difícil, pero realmente creo que está en un lugar hermoso".

Fueron meses de tremenda agonía. Mía luchaba por su vida, y sus padres hacían todo lo posible, pero su salud no mejoraba. Finalmente, en la noche del 26 de julio respiró por última vez: “Sabía lo que iba a pasar. Saber que iba a estar en un lugar mejor me dio paz. Ese domingo fue algo tranquilo, para ser honesto".

“La vida es buena”, dice Villegas. "Creo que mucha gente si me oye decir eso se preguntará '¿qué diablos está diciendo?', pero lo es". El colombiano de 38 años, el mejor golfista que ha dado Colombia al mundo en todos los tiempos, hoy es un hombre maduro: “Aprendemos cómo ganarnos la vida, para olvidar los fantasmas y el fracaso. No puedes vivir en el pasado. Me las arreglé para encontrar una manera de traer eso un poco a nuestra situación familiar”.

En la misma línea, enfatizó: “Quiero ser muy claro, el mensaje que doy es el de no olvidar a nuestros hijos. Es aceptar. Una vez que eres capaz de aceptar el pasado, cambia toda la percepción".

Cuestionado por su fe, Villegas confesó: “Nunca pregunté, '¿por qué yo?'. Creo que eso me ha ayudado mucho”, dijo Villegas. “Siempre nos enfocamos en preguntar '¿para qué?'. Poco a poco vamos descubriendo esa respuesta ".

A raíz de lo ocurrido, Villegas y su esposa, María Ochoa, refundaron su fundación benéfica y la bautizaron 'Mia's Miracle': “El milagro de Mía fue estar aquí por poco tiempo, enviar un mensaje y ayudar a otros, y ahí es donde surge la fundación”.

Hubo tiempo de hablar también de golf: “Si mi hombro hubiera estado bien, hubiera pasado la mitad de tiempo con mi hija porque hubiera estado jugando golf”, dijo Villegas. “No me importó dejar de jugar al golf durante ese año y medio. Yo estaba ahí para ella".

Por último, reconoció que sueña con ser padre de nuevo: “Mi esposa estaba nerviosa al principio. Hablamos con los médicos y dijeron que lo que había ocurrido con Mía no había sido algo usual. No hay nada que sugiera que eso pueda volver a suceder”, dijo. “Estamos mirando hacia adelante. Nos tomó un tiempo para que María quedara embarazada en aquella oportunidad. Mientras tanto, ayudaremos a los demás, recordaremos lo bueno y nos centraremos en lo que viene”.